Como todos los días de este agotador y caluroso mes de julio, me echo en el sofá a ver como termina la etapa del Tour de Francia. Me encanta ver los paisajes, y decir, "oyeeeee, ahí he estado yooooooo".
Me pongo el ventilador delante, mi canal de Teledeporte, y a darle al pedal.
Pero no han pasado ni díez minutos, cuando se me empiezan a cerrar los ojos... Ya estamos como todos los días, me veo que me quedo dormida.
Primero un ojo, luego el otro, y ya no hay marcha atrás. Noto de fondo la voz de Perico, y el aire templado que me lanza el ventilador, pero pronto se me hace el silencio, y el tiempo parece suspenderse sólo unos momentos.
Al rato me despierto, y sorpresa... ¡Ya me he vuelto a perder el final de la etapa del Tour! ¿Habrá algún día que pueda ver alguna entera?
Conclusión: no tengo remedio.