martes, 10 de agosto de 2010

Aniversario

Como pasa el tiempo, despacito, sin hacer demasiado ruido, y de repente, ya llevo un año contando historias para no dormir o para dormirse, según los gustos.

Con el blog trataba de mitigar un poco la soledad tan grande que sentía en mi interior, el retiro casi obligado en el que me encontraba, y que tan mal me ha sentado a la vista de como ha ido todo.

Volver a escribir, tal y como lo hacía cuando era sólo una adolescente despistá, me ha ayudado a volver a encontrarme un poco a mí misma, aunque encontrarse costó un poco más, pero bueno.

El caso es que un año después el balance es positivo, y aquí seguiremos, mientras las ideas fluyan por esta cabeza loca.