domingo, 28 de febrero de 2010

Febrero, millones de emociones

Sé que este mes he estado poco habladora, que apenas he escrito nada, pero eso no significa que no me haya pasado nada. Más bien al contrario, he sufrido tal avalancha de sentimientos, que aún me cuesta ponerlos a todos en su sitio.

Empezamos con la posibilidad del traslado, que me llenó de alegría, y también de mucha inseguridad. Al fin y al cabo, a pesar de que era algo muy deseado por mi, también me dejo algo muy deseado por mi atrás, y eso me mata por dentro.

Luego llegó una gran alegría, algo que llevábamos esperando años y años, que han supuesto años de lucha por parte de la persona más importante de vida. Se puede decir que ha llegado a una de sus metas más añoradas y luchadas desde siempre, mamá, felicidades porque te lo mereces todo. Ese día nos hartamos de llorar, de reír, de emocionarnos, una mezcla tremenda de emociones, que me costará olvidar.

Ese mismo día me dijeron desde Granada, que para ellos todo estaba hecho, que podía incorporarme cuando mis jefes me dejaran. Imaginaos, la emoción por mi madre, y la emoción por lo mío... Todo junto en un día.

Al día siguiente me pasó algo, para mi más importante que lo que pudiera parecer. Era un primer paso para recuperar algo que perdí sin comerlo ni beberlo. Las cosas de palacio van despacio, pero fue algo muy importante para mí.

Luego llegó la kedada del foro de Maldivas, no sin antes conocer a un buen amigo del trabajo, que llevaba tiempo hablando con él pero no lo conocía en persona. Me encantó pasar un rato charlando con él.

La kedada del foro de Maldivas, fue para mí otro momento muy especial. Yo iba con mi regalito pequeñito del amigo invisible, y me volví no solo llega de regalos, si no llena de felicidad, por haber conocido a gente tan buena y tan apañada. Fue como una inyección de optimismo y buenos deseos. No voy a poder olvidar ese sábado tan fácilmente, quedará en mi memoria guardado durante muchisimos años. Ojalá pronto lo repitamos.

Después llegó un par de experiencias curiosas, de ésas que crees que nunca vas a experimentar. Es cuando me doy más cuenta, de que soy muy liberal, y que de vez en cuando una locura no viene mal para despertar emociones dormidas.

En general, ha sido un febrero emocionante, con sentimientos encontrados, con emociones de todo tipo, con sensaciones extrañas, pero que me han hecho comprender, el maravilloso milagro que es estar viva.

28 de febrero, día mundial de las enfermedades raras

Hoy ha sido el día de las enfermedades raras, el día de aquellas personas que sufren alguna enfermedad casi impronunciable, y que se ven marcadas el resto de su vida a vivir con ello.

Son las grandes desconocidas para casi todos, y sobre todo las grandes olvidadas para la medicina, y aún más para las empresas farmacéuticas, que al ser tan pocas personas las que las sufren, no merece la pena gastar millones en buscar un tratamiento. Así de crudo es.

Ahora recuerdo la película de El aceite de la vida (o en versión original Lorenzo's oil), donde unos padres desesperados y sin saber nada sobre medicina, buscan un remedio para curar a su hijo, gravemente enfermo debido a una de estas enfermedades raras. Ahí se ve lo poco que interesa investigar...

Tengo que decir que me ha parecido fatal que un periódico como El País, no haya dedicado ninguna página a recordar este día (al menos en su versión digital), cosa que por ejemplo si ha hecho El Mundo. Que menos que dedicar unas palabras a los grandes olvidados del sistema sanitario.

Alguno pensará porque me preocupa tanto esto, y es que yo misma he sufrido las consecuencias de un sistema sanitario que se pierde cuando no tienes una enfermedad común, y que casi me cuesta la vida en su momento. He tenido mucha suerte, porque aunque es crónico y tengo que vivir con ello, al menos tendré una vida muy normal y con una calidad de vida más que aceptable.

Dejo varios enlaces para aquéllos que querais leer algo más sobre el tema:

Artículo de El Mundo

Federación española de enfermedades raras

Portal de salud pública de la Unión Europea

sábado, 6 de febrero de 2010

Frío


Frío

Como te echo de menos,
En estas noches tan frías,
Cuando me levanto temprano,
Y veo mi cama vacía.
Mi corazón tirita helado,
Mis manos ni las siento,
Echan de menos tu cuerpo,
Siempre estás caliente.
Si pudieras oírme,
Te diría sin más,
Que te quedaras conmigo,
Una y mil noches más.

María