Si, lo supe, con certeza absoluta, piensas en mí y mucho, aunque la realidad se imponga y esto no tenga muchas más consecuencias que esta increíble certeza.
Pero en otra realidad, donde la animación, los superhéroes y el misticismo se entremezclan mostrando un mundo tan irreal como fascinante, y donde yo me atrevo a pedirte una cita y la aceptas con la mejor de tus sonrisas. Donde se nos pasen las horas hablando y debatiendo como si nos conociéramos desde siempre, donde las buenas intenciones sean las que primen en tan interesante encuentro, donde el tiempo vuele alrededor de nosotros y no tengamos demasiada consciencia de él. Y donde nos despidamos con el más tierno de los abrazos, sin pensar si es ético o no, políticamente correcto o no.
Que pena que esa no sea la realidad, pero en la realidad en la que vivimos, ya tengo una certeza, enorme, pero que no deja de ser una mera anécdota: piensas en mí y mucho.
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