sábado, 21 de noviembre de 2009

Cuando el amor se hace flor

Mi flor favorita siempre ha sido el tulipán. Casi todas las flores, cuando florecen, se abren casi totalmente, y en cambio el tulipán, sigue como recogido, guardando su esencia, sólo para el que se quiera acercar a contemplar su belleza y delicadeza.

Según la Wikipedia: "La palabra tulipán es una modificación del vocablo turco otomano tülbend que, a su vez, proviene del término persa dulband. Ambas palabras significan "turbante" y hacen referencia a la forma que adopta la flor cuando está cerrada."

Hay una leyenda que cuenta el origen de los tulipanes, y os paso a relatar:

"Hace mucho tiempo, había un príncipe persa llamado Farhad. Este príncipe estaba locamente enamorado de una doncella de su corte, que se llamaba Shirin.

Como siempre en estos casos, habría gente que no vería con buenos ojos la pasión de este príncipe con esta doncella y difundieron un rumor malintencionado y ruín: Shirin, su querida amada, había sido asesinada, cosa que por otro lado, era totalmente falsa.

Farhad, destrozado por la pena, y por el dolor, y sin saber que no era cierto, cogió a su fiel caballo, fue hasta el acantilado más alto de la zona, y sin dudarlo un momento se tiró por él.

De la sangre de las heridas que le produjo la caída, brotaron multitud de tulipanes rojos, simbolizando el amor perfecto y eterno por su amada Shirin."

Hay muchas leyendas sobre flores y demás, pero creo que ésta, por bonita y sentida, y siendo un hombre la que lo protagoniza, la hace más especial todavía.




1 comentario:

  1. No habia leido nunca esta leyenda, pero bien bonita que es :)

    Son flores muy bonitas si que es verdad.

    Besicos

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