Os dejo un poema de Antonio Machado, que me aprendí de memoria cuando era pequeña, y que me recuerda al otoño, aunque haga aún tanto calor. Al final, como en el poema, siempre hay esperanzas.
CAMPO
La tarde está muriendo
Como un hogar humilde que se apaga
Allá, sobre los montes,
Quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
Hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?...Entre lo álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.
Mientras haya vida hay esperanza y esas 2 hojas aunque marchitas, siguen viviendo...
ResponderEliminarmuy chulo.
Besitos guapa.