lunes, 30 de noviembre de 2009

Alas en los pies


¡Qué maravilloso sería tener alas en los pies! Poder huir cuando el mundo te abruma, te supera, y no sabes muy bien por donde tirar. Volar lejos del sitio donde te encuentras, buscar esa paz que tantas y tantas veces se resiste, y que tan esquiva parece.

Quizás pueda parecer de cobardes querer huir de esta forma, sacando las alas, y dejando todo a un lado, pero estoy segura de que más de uno lo ha deseado con todas sus fuerzas más de una vez.

Cuando te encuentras en un callejón sin salida, no hay fuerzas para afrontar lo que viene, salir huyendo, no siempre lo considero cobardía. Hay veces que es mejor salir volando, no pensar, ya que afrontar lo que hay delante puede resultar tan doloroso, que es mejor no abrír los ojos, y ya se sabe, ojos que no ven, corazón que no siente.

Me voy a soñar, con tener alitas en los pies, porque hoy, necesito salir volando.


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